El Gobierno nacional oficializó una nueva prórroga en la actualización de los impuestos sobre los combustibles líquidos —nafta y gasoil— y el gravamen al dióxido de carbono.
La decisión quedó plasmada en el Decreto 840/2025, publicado en el Boletín Oficial. Esta medida tiene como objetivo moderar el impacto inmediato en los surtidores y en el bolsillo de los consumidores, “evitando que una suba abrupta presione de lleno sobre la inflación”.
La actualización completa de los aumentos pendientes —correspondientes al 2024 y a los tres primeros trimestres de 2025— “se aplicará recién desde el 1º de enero de 2026”.
No obstante, el decreto contempla un incremento parcial que comenzará a regir en diciembre de 2025. Para la nafta, el tributo aumentará en $16,377 por litro, y el impuesto adicional por dióxido de carbono será de $1,003 por litro.
En cuanto al gasoil, los ajustes serán de $13,546 por litro para el gravamen general, $7,335 por litro para la alícuota diferencial que aplica en ciertas regiones, y $1,544 por litro por el impuesto al CO.
A pesar de la postergación impositiva por parte del Ejecutivo, el artículo recuerda que las petroleras (como YPF, Shell y Axion) “tienen actualmente aumentos hormiga gracias al micropricing y pueden cambiar más de una vez por semana o por día”, lo que resulta en un precio de la nafta “cada vez más alto” para los argentinos.






