A 25 años de su muerte, su figura sigue entre las más recordadas de la música argentina. Con el tiempo, el cariño del público creció y lo mantuvo vivo en canciones, homenajes y recuerdos. Rodrigo Bueno, “El Potro”, nació el 24 de mayo de 1973 en la capital cordobesa y subió por primera vez a un escenario a los 5 años. Sus inicios fueron con la banda “Manto Negro”, que no alcanzó gran popularidad. Más tarde se trasladó a Buenos Aires y en 1987 grabó su primer disco, La foto de tu cuerpo.
Con el lanzamiento de su segundo álbum, Aprendiendo a vivir, alcanzó la fama nacional. “El Potro” se consagró como uno de los íconos del cuarteto junto a Carlos “La Mona” Jiménez. Su éxito creció sin pausa: giras maratónicas por todo el país, miles de discos vendidos, premios y canciones que se convertían en hits inmediatos.
En 1997 nació su único hijo, Ramiro, fruto de su relación con Patricia Pacheco. En abril del 2000, en el punto más alto de su carrera, ofreció 13 recitales en el Luna Park, todos con gran concurrencia.

En la madrugada del 24 de junio de 2000 ocurrió la tragedia. Luego de un show en City Bell, el cantante regresó a Buenos Aires junto a parte de su equipo, su pareja y su hijo Ramiro.
A la altura de Berazategui, la camioneta que conducía rozó otro vehículo, perdió el control, chocó contra una barra de contención y, por la violencia del impacto, Rodrigo salió despedido y murió en el acto.
Gracias a los avances tecnológicos, distintos modelos de inteligencia artificial reconstruyeron cómo se vería hoy “El Potro” si continuara con vida.
El trabajo forma parte de un informe elaborado por MidJourney-StableFusion, que analizó más de 2.300 fotos y fragmentos de video de Rodrigo para estimar cómo evolucionaría su imagen y su carrera artística en el contexto actual.






